Quesada de calabaza

Ingredientes:

750 g de calabaza ya cocida y escurrida sin piel
125 g de mantequilla
150 g de azúcar
125 g de harina
3 huevos
1/2 lata pequeña de leche condensada (185 grs)
la misma cantidad (media lata) de leche
ralladura de un limón
1 cucharadita de canela molida

Para completar el trío de tartas de calabaza y del producto de temporada ya solo me quedaba la versión en quesada pero con mucha calabaza, el resultado lo podéis ver en las fotos. Ahora ya solo os queda elegir la receta que más os guste, la ligerita con chocolate, la receta inglesa con masa quebrada o esta quesada con una textura suave y a la vez contundente para ponerte las botas en el postre o en la merienda.

Preparación:

Ponemos a cocer la calabaza con la piel incluida y cortada en trozos en la olla a presión durante 8 minutos.
Una vez cocida, pelamos los trozos, casi se desprende sola la piel de la pulpa.
Escurrimos muy bien la calabaza en un colador presionando con un tenedor para exprimirle todo el agua y quitamos las pepitas que encontremos.
Dejamos que la calabaza se enfrie durante media hora aproximadamente.
Ponemos a calentar el horno a 150ºC.
En un bol batimos la calabaza y le incorporamos la mantequilla blanda (en pomada o del tiempo) o la ablandamos un poco en el microondas, la leche condensada, la leche, la canela y la ralladura de limón, lo batimos todo hasta que quede bien mezclado.
Tienes que batir toda la mezcla durante unos minutos hasta que quede todo homogéneo, cuesta un ratito ya que la calabaza tiene mucha fibra.
Separamos las claras de las yemas y batimos las claras a punto de nieve.
En otro recipiente batimos las yemas con el azúcar con la batidora de varillas hasta que quede una masa aumentada y le incorporamos las claras a punto de nieve con una espátula sin que se baje, una vez que esté bien mezclado añadimos la harina y seguimos mezclando con la espátula hasta que queda bien mezclado.
Con una espátula añadimos a la mezcla de calabaza la mezcla de los huevos y lo mezclamos todo bien hasta que quede una masa homogénea.
Engrasamos un molde con mantequilla y papel de hornear, echamos la mezcla y metemos al horno durante aproximadamente 1 hora o hasta que al pinchar con un cuchillo fino, éste salga casi seco, al ser una quesada no saldrá del todo seco.